La economía de la oferta
Erik Haindl Decano Facultad de Negocios, Ingeniería y Artes Digitales, U. Gabriela Mistral
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Erik Haindl
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una fuerte rebaja de impuestos a la renta de las empresas. La tasa se reduciría desde 35% a 15%, lo que se espera le dé un gran impulso al crecimiento de la economía norteamericana.
Esta fuerte rebaja de impuestos a las empresas recuerda una medida similar impulsada por el expresidente Ronald Reagan a comienzos de la década de los ochenta. La base ideológica de dicha medida se conoció como “la economía de la oferta”. El ideólogo de este enfoque, Arthur Laffer, postulaba que en general los impuestos desincentivan la actividad económica. Esto significa que a medida que se suben las tasas de tributación, la actividad económica que está siendo gravada se reduce. Para tasas bajas el efecto de desincentivo sobre la actividad económica es pequeño, pero a medida que se va subiendo la tasa, este desincentivo se vuelve mayor, lo que hace que la recaudación se comporte de modo no lineal.
De hecho, a medida que se sube la tasa de un impuesto, la recaudación tributaria va aumentando en forma decreciente hasta alcanzar un máximo. Pasado ese punto de recaudación máxima, incrementos en la tasa de impuesto sólo logran reducir la recaudación. Al graficar esta relación se obtiene la famosa “curva de Laffer” del impuesto en cuestión.
La evidencia empírica ha confirmado sistemáticamente la predicción de Laffer. En el caso del impuesto inflación, la recaudación generada por el Banco Central expresada como porcentaje del producto alcanza un máximo para inflaciones del orden de 300% anual y de ahí en adelante se reduce la recaudación lo que da origen a fenómenos de hiperinflación. Actualmente la economía de Venezuela con inflaciones superiores a 700% al año es un claro ejemplo de ello.
Países que han rebajado sus impuestos a la renta, típicamente experimentan una aceleración en su crecimiento. Por el contrario, países que han subido sus impuestos a la renta, típicamente han experimentado un fuerte freno y ocasionalmente una recesión.
En el caso de Estados Unidos, resulta clave diagnosticar bien en qué punto de la “curva de Laffer” respectiva están parados. De estar a la izquierda del punto máximo, que es la situación más probable, la rebaja de tasas tributarias se reflejará necesariamente en una reducción de la recaudación tributaria. Ello requerirá complementar la medida con rebajas importantes en el gasto público. De otro modo, el déficit fiscal norteamericano podría subir fuertemente, lo que generará nuevos problemas.
La aceleración en la actividad económica y aumento en la inversión generarán más empleos y mayor prosperidad en Estados Unidos. Sin embargo, un déficit fiscal mayor empujará las tasas de interés internacionales al alza y probablemente generará una apreciación en el valor real del dólar (muy similar a lo que ocurrió bajo Reagan).
La combinación de un dólar fuerte con tasas de interés más altas no son buenas noticias para los países latinoamericanos y los países emergentes en general. Normalmente los precios de las materias primas han tendido a bajar con esta combinación, lo que se ha reflejado en un empeoramiento en los términos de intercambio.